La ceremonia del té II
En esta segunda entrega nos adentramos un poco más en la ceremonia del té, sus momentos y lo que ella implica:
El té
fue introducido en Japón durante el siglo IX por
los monjes budistas de China, donde esta infusión se conocía -según la leyenda- desde hacía
milenios. Luego se hizo rápidamente popular en Japón y comenzó a cultivarse de forma local.
En
el siglo XII,
una nueva forma de té, el matcha,
se introdujo en Japón: este polvoriento té verde, extraído de la misma planta que
el té negro,
pero sin fermentar, fue usado en rituales religiosos de
los monasterios budistas. Para el siglo XIII,
los samurái comenzaron
a preparar y beber matcha erigiendo así los pilares de esta ceremonia; llegado el siglo XVI el té ya se había extendido a todos los niveles de la sociedad japonesa.
Sen no Rikyu,
quizás la más conocida y respetada figura histórica en la ceremonia del té,
introdujo el concepto de ichi-go
ichi-e ("un encuentro, una
oportunidad"), una creencia basada en que cada encuentro debería ser atesorado ya
que no podría volver a repetirse. Los principios que, como maestro, asentó respecto al ritual son cuatro: armonía, respeto, pureza y tranquilidad y constituyen aún hoy, el centro de la ceremonia del té.
Sus enseñanzas derivaron en el desarrollo de
nuevas formas artísticas que incluyeron desde arquitectura hasta enormes jardines y prácticas de artes marciales.
De esta forma, la ceremonia del té fue evolucionando de a poco en una práctica que contaba con su propia estética, mayoritariamente asociada al wabi, cuyo significado se asemeja al de sobriedad pero que también implica un gusto que celebra la belleza humilde, moderada, simple y natural.
La ceremonia de té, que en
japonés recibe el nombre de chanoyu, consta de los siguientes momentos, aunque debemos decir que existen muchas formas de celebrar este ritual según la escuela en la que se sitúe el
Materiales y equipos
-La sukiya o casa de té donde se acostumbra a llevar a cabo
la ceremonia. Consiste en una sala de ceremonias, propiamente dicha (cha-shitsu), una
sala para los preparatios (mizu-ya) una sala de espera (yoritsuki) y un camino
de acceso (roji) flanqueado por un jardín, que acaba en la puerta de la casa de
té. Dicho edificio suele estar situado en una zona arbolada.
-Los utensilios principales son
el cha-wan (tetera), el cha-ire (recipiente para ele té), el cha-sen (agitador
especial de bambú) y la cha-shaku (cucharón de servir, de bambú).
-Para las ropas, se prefieren los
colores poco llamativos. Los invitados
deben traer un pequeño abanico plegable y unas cuantas kaishi (servilletas de
papel pequeñas), cada uno.
La ceremonia en sí
La ceremonia consiste en las
siguientes fases: a) una comida ligera, llamada kaiseki; b) el naka-dachi, o
pausa intermedia; c) el goza-iri, que es la fase principal de la que se sirve
un tipo de té espeso y f) el usucha, fase final, en la que se sirve té claro.
La ceremonia completa dura unas cuatro horas, aunque muchas veces se limita a
la última fase o usucha, que dura alrededor de una hora.
Primera fase y kaiseki
Los invitados, en número de
cinco, se reúnen en la sala de espera. El maestro de ceremonias aparece y los
conduce por el camino del jardín hasta la sala de ceremonias. A un lado del
camino hay un recipiente de piedra con agua fresca en el que los invitados se
lavan las manos y se enjuagan la boca. La entrada a la sala de ceremonia es muy
baja, lo cual quiere decir que los invitados tienen que entrar a gatas, como
gesto de humildad.
En la sala hay un horno de albañilería fijo o bien un
brasero portátil, para calentar el agua. Cada invitado se arrodilla ante la
capilla o tokonoma y hace una reverencia respetuosa. A continuación, con su
abanico plegble colocado ante sí, admira la estampa o pintura colgada en la
pared de la tokonoma. Luego hace las mismas operaciones ante el hornillo o
brasero. Una vez que todos los invitados han terminado de admirar estos
artículos, se sientan; el invitado principal se coloca más cerca que los demás
del maestro de ceremonias. Una vez que éste y los invitados han intercambiado
las cortesía de rigor, se sirve la kaiseki, que termina con unos dulces a
manera de postre.
Segunda fase o Nakadachi
Cuando el maestro de ceremonias
lo indica, los invitados se rertiran a un banco destinado a ello, colocado en
el jardín interior que rodea a la casa de té.
Goza-iri
El anfitrión hace sonar un gong
de metal, situado cerca de la sala de ceremonias, con lo cual indica el
principio de la fase principal del rito. La costumbre establece que el gong se
haga sonar cinco o siete veces. Un
ayudante retira las persianas de juncos que cubren las ventanas por fuera, con
el fin de dar más luz al interior. A continuación, entra el maestro de ceremonias, que lleva en sus manos
la tetera, con el agitador de bambú dentro y el cucharón de bambú encima.
Los
invitados admiran un adorno floral y la tetera. El
maestro se retira a la sala de los preparativos y no tarda en volver con el recipiente para el agua sobrante, la cuchara y el soporte para la tetera o la
cuchara. A continuación, limpia el recipiente del té y el cucharón con un paño
especial que recibe el nombre de fukusa y enjuaga el agitador en el cuenco del
té, después de verter en éste agua caliente del recipiente colocado al fuego.
Luego, vierte este agua en el recipiente destinado a ello y limpia el cuenco
con el chakin (paño de hilo).
El maestro de ceremonias levanta
el cucharón y el recipiente del té y coloca el matcha (tres cucharadas por
invitado) en el cuenco ; a continuación, llena el cucharón de agua caliente,
que toma del recipiente colocado al fuego, vierte un tercio del agua en el
cuenco y devuelve el resto al recipiente. Luego agita la mezcla con el agitador
de bambú, hasta que adquiere un aspecto y consistencia similar a una sopa de guisantes
espesa.
El maestro
de ceremonias coloca el cuenco en su lugar correcto cerca del brasero o el
hornillo y el invitado principal se desplaza sobre sus rodillas para tomar el
cuenco. Este invitado hace una inclinación a los demás y coloca el cuenco en la
palma de su mano izquierda, al tiempo que lo sujeta por uno de los lados con la
derecha. Toma un sorbo, alaba su sabor y toma otros dos o más sorbos. Luego
limpia la parte del borde que ha tocado con los labios, sirviéndose de una de
las servilletas de papel (kaishi) , y pasa el cuenco al invitado siguiente que
repite las operaciones del invitado principal. El cuenco pasa luego
sucesivamente a los demás invitados hasta que todos han bebido su parte del té.
Una vez que ha terminado el último invitado, éste devuelve el cuenco al
invitado principal, que lo entrega al maestro de ceremonias.
Usucha
Se diferencia del koicha sólo en
que el matcha que se utiliza está hecha de las hojas jóvenes de plantas que
tienen entre tres y quince años de edad. La mezcla verde que se consigue así
tiene consistencia espumosa.
Una vez que el maestro de
ceremonias ha sacado los utensilios de la sala, hace una reverencia en silencio
ante los invitados con lo cual indica que el rito ha terminado.
Los invitados entonces abandonan
la sukiya, seguidos por la mirada del maestro de ceremonias.
¡¡¡Espero les haya gustado este nuevo post!!!
Esperamos sus comentarios, dudas y aportes.
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