UNA COSTUMBRE JAPONESA Y DEL
MUNDO
Por Antonella Paltrinieri Fissore
En esta entrega les
traemos una breve introducción a la puesta en práctica (casi en
escena) de la Ceremonia
del Té que se realiza, entre otros lugares de Asia, en Japón.
Hablaremos un poco de su importancia en la cultura zen y porqué es considerada
por ésta como un arte.
Este post es para nosotras una de las
formas de poner en el Blog esos pequeños rituales que nos han acompañado en nuestra
vida diaria, personal y de trabajo desde que Ana Piva tuvo la magnífica idea de
unir todos aquellos Mandalas que venía creando desde hace años
con la meditación. La idea
comenzó a tomar más cuerpo cuando nació la necesidad de compartir todos estos sentimientos,
dibujos, colores, impresiones y palabras con el mundo.
En nuestros días de
labor conjunta, por lo general los jueves, a media mañana hacemos una pausa y
tomamos un té, siempre distinto, siempre acompañado por una charla animada en
la cual, entre otras cosas, seguimos creciendo como personas y alimentando este proyecto.
Por todo esto, por
que es más que una “actividad” de nuestra vida, por que es un momento que compartimos y que nos alegra, que nos nutre y
nos llena como seres humanos y, también, por que es para la cultura zen una forma de arte, hoy hacemos la primera entrega sobre la Ceremonia del Té en
Japón.
Para poder bucear un
poco en este hermoso, pausado y puntilloso rito, primero diremos algunas
palabras sobre la escuela de meditación que otorgó a esta ceremonia el nivel de
un arte: El zen, escuela del budismo mahāyāna. El término
zen representa la pronunciación en japonés de la palabra china chan, que a su vez deriva de la
palabra sánscrita dhiana,
que significa "meditación".
Es un modo
de vida, y como tal busca la experiencia de la sabiduría más allá del discurso racional;
surge desde -y representa también- un abanico muy amplio de escuelas del budismo.
Fue registrado
primero en China en el siglo VII, luego se dispersó hacia el sur a Vietnam y al
este a Corea y Japón. En Occidente es una de las escuelas del budismo más
conocidas y apreciadas.
El arte zen contiene
y promueve una serie de prácticas artísticas que en Occidente no suelen ser
consideradas como tales, aquí algunas de ellas:
- Hanshan (Poesía chan)
- Haiku (Poemas)
- Sumi-e (Pintura y caligrafía con
tinta)
- Ceremonia del té japonesa
- Ikebana (Arte Floral)
- Shodō (caligrafía)
- Karesansui (Jardín zen)
- Noh (drama japonés)
- Origami (trabajo con papel)
- Budō (artes marciales con base
espiritual)
- Kyudo (camino del arco); Kendō (camino
de la espada)
- Karate Do (camino de la "mano
vacía")
- Aikido (camino de la unión con la
energía/ espíritu universal)
- Gendai budo (conjunto de las artes
marciales tradicionales japonesas modernas)
Como hemos visto
De manera muy
general podríamos diferenciar dos tipos de Ceremonia, en las que profundizaremos en el próximo post:
1) El Cha-no-yu ("agua caliente para el
té") que se refiere usualmente a una ceremonia individual.
2) El Cha-ji que
alude a una ceremonia del té completa, incluyendo una comida liviana (kaiseki),
té ligero (usucha) y té espeso (koicha), rito que se prolonga
aproximadamente cuatro horas.
Finalmente
nombraremos el Sadō o chadō (camino del té) que vendría a
conformar una especie de doctrina acerca de esta ceremonia. Este
"manual", por llamarlo de una manera usual, es fundamental para quienes
realicen el convite, ya que deben estar familiarizados con la producción,
los tipos de té y sobre todo con un amplio abanico de otras disciplinas y artes tradicionales que complementan
el servicio.
La ceremonia del té
es un arte que se estudia y que puede llevar gran
parte de la vida; incluso, para participar como invitado en un espacio formal se requieren conocimientos de los gestos y posturas
adecuados, de las frases que se esperan, la manera apropiada de beber y
de los dulces que acompañarán la bebida. La conducta dentro de la realización
de esta ceremonia es parte fundante y principal del producto estético que se
logrará.
Ofrecer la ceremonia
del té es uno de los signos más grandes de hospitalidad en la cultura japonesa,
y seguramente, de todo el mundo.Si bien está constituida por pasos, utensilios y fórmulas bastante determinadas invitamos a todos aquellos que gozan de los sabores, aromas y recuerdos que trae esta infusión a recrear este rito de la manera que más le guste, para así hacer de esta experiencia un momento renovador.
Por esos momentos renovadores, acompañados de mandalas y música, agradezco a Ana Piva quien siempre me espera con las tazas listas.
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